6.07.2011

Capitulo siete - Secretos

Narrado por adriana.
No sabia que significaba todo aquello. ¿Ella ya no quería a Cristian?, ¿Quien era ese chico?
Volvía pensativa a casa, mientras me mojaba poco a poco.
Ella a veces me hablaba de su niñez. Una vez me contó que había un  chico que le quería pegar a Cristian, y que le defendió. Sonreí, era algo que me hacia mucha gracia, como perdió esa valentía, por que, era una chica muy indefensa, aun que muy madura. Había tenido  una vida dura, y si, puede que haya tenido que madurar, pero,...esa alegría, esa valentía, la perdió.
Cada vez que recorría ese paseo de playa desierto,...mi mente se inundaba de recuerdos, algunos felices, y otros tristes, habían mas felices, para que mentir, pero,...los tristes me sacaban alguna lagrimita que otra.
Llegue a casa, no tenia ganas de mover mas el pasado, por que,...el pasado es el pasado.
Aun que aveces, me gustaba pensar en esas tardes a escondidas, esos besos robados y esas miradas.
Aun que Juliett y yo seamos las mejores amigas, hay cosas de nuestro pasado,...que no conocemos. Pero una cosa no quita a  la otra. Conocíamos todos los rasgos de la personalidad de la otra, pero,...nunca hemos hablado de nuestro pasado,...
En fin. Ese chico me sonaba mucho, pero no se de que, tenia lagunas.
Fui a por el álbum que escondía debajo de mi cama, ese viejo, y preciado álbum. La foto que buscaba, era de una niña de 4 años, rubia, tan rubia que deslumbraba como su mirada de color azul. Una niña con pecas y sonriente, en una playa.
No sabia por que, pero algo de aquel chico me hacia mirar esa foto, esa foto que me hacia suspirar.
Un momento,...esa foto la echaba mi madre, pero,...¿Que hacia mi padre por detrás?¿Y ese niño?
Era rubio, tan rubio como yo. Miraba a mi padre sonriendo, que estaba de pie, y se miraban. Claramente, era una escena de un padre y un hijo, pero yo era hija única,... Negué con la cabeza, no puede ser.
Mire mas fotos, quería saber quien era ese niño rubio. Yo con un par de años mas, en ese paseo de playa, mientras yo me comía un helado. No podía ser, otra vez,...El niño rubio salia , esta vez, con mi madre.
Me quede quieta un momento, y busque una foto en concreto, no podía ser.
Era de cuando ella tenia un par de meses. Aparentemente, en su funda, salia yo sola. La saque, temblando, y desplegando una doblez, de la que nunca me di cuenta asta ahora.
Aparecía otro niño, aparentemente igual que yo, pero vestido de marinero. Era rubio como yo, que vestía de princesa a su lado.
No podía creerlo. Desde que mis padres murieron cuando yo tenia doce años, me quede sola, totalmente sola. No pensaba,...que, esto. No tenia palabras. Era algo que,...no me podía creer. De repente, tengo un hermano, es,...no se. Y menos, que fuese el chico que he tenido hace unos minutos delante, con mi mejor amiga,...no podía creérmelo.

6.06.2011

Capitulo seis - Lujuria

Narrado por Juliett
Volvió a besarme, pero esta vez más lento, se pegó mucho a mí y fue bajando sus manos hacia mi trasero.


Volvió a subir las manos y me quitó la camiseta
Bajó las manos hacía el botón de mi pantalon y lo desabrochó
Yo era inexperta en esto, ya que era virgen, por lo que me dejé llevar por él.
Fuera había empezado a llover, aunque no me importaba mucho
No estaba preparada, la verdad, era joven y sabía que me iba a arrepentir de esto, pero era Aaron, siempre ha tenido un extraño poder que me dominaba.
Le seguí el juego, subí su camiseta acariciandole la espalda, esa espalda musculada que tanto me gustaba
Me tumbó en una mesa de despacho que había allí, acostandose sobre mí
Cada vez estaba más nerviosa, mis manos temblaban.. él lo notaba, y se reía timidamente
- Tranquila..
- Lo estoy.. -dije temblando-
Me retiró el pelo del cuello y comenzó a besarlo, eso me relajó un poco
Aaron abrió mis piernas y se acomodó entre ellas, quitó la poca ropa que me quedaba y de repente..




Capitulo cinco - Locura

Narrado por Juliett
Donde muchos años atrás nos reunimos, el seguía ahí,  con su siempre encantadora mirada, mas madura, y un poco mas apagada, me susurro, mientras se acercaba a mi "te estaba esperando".
Aaron. Cristian y yo paseábamos por la playa, mientras jugábamos y nos tirábamos arena, felices.
Yo ocultaba ese sentimiento desconocido para mi, que tanto me asustaba.
Cerca de allí, había un chico rubio, de uno o dos años mayor que yo. Estaba siempre, en el mismo banco, solo con el mismo libro de tapa azul, azul como sus ojos, brillantes, que cada vez que alzaba la mirada me deslumbraba.
Cristian a veces se molestaba, por que le decía de ir a saludar al chico que siempre estaba solo. "¿Y si esta loco? No juliett, me da miedo, no lo conocemos de nada".
Un día, Cristian tenia que irse con sus abuelos, y yo me quedaba sola.
Decidí ir a ver al chico desconocido, me había dejado intrigada desde la primera vez que le vi.
Y,ahí empezó todo.
Y otra vez, estábamos cara a cara, a solo unos centímetros, en el mismo sitio donde se despidió de mi.
Me cojio la cara entre sus dos manos y me beso, mientras mis mejillas se inundaban.
Nuestras bocas se separaron, y nos abrazos, no hacia falta mediar palabra, por que ya sabíamos lo que teníamos que decir, y la verdad, aparte de que le amaba, era lo mejor que podía hacer para olvidarme de Cristian.
Nos dio igual el lugar, el clima, o la hora, y lo único que recuerdo, es que me hizo perder la cabeza.

Capitulo cuatro - Sorpresas

Narrado por Adriana
Pi -pi -pi..
Mi despertador estaba sonando, olvidé apagarlo anoche. Intente volver a dormirme, pero ya me había desvelado.
Me levanté de la cama con la intención de ir al baño y ví a Juliett en el recibidor de la casa, con algo en las manos
Sabía que no era nada bueno, por lo que seguí mirandola sin que se diera cuenta, ví como la rompía y la llevaba a la basura de la cocina, despues se metió en su cuarto.
Pasó un rato y muerta de curiosidad, decidí ir a ver que era esa nota
Cogí los trocitos y me los llevé a mi cuarto, donde los uní de nuevo, me llevó mi tiempo, ya que se había esforzado en hacerlo ilegible.
Estaba ansiosa, al fín acabé poniendolos en orden y pude leer la nota claramente:
"Donde siempre a las 18:3O "
- ¿Donde siempre a las 18:3O? Donde siempre..
No tenía ni idea de que era eso, o al menos, no me acordaba..
La puerta de mi habitación se estaba abriendo, cogí todos los papeles y los lancé detras de la cama rapidamente
- Adriana, ¿tienes..? ¿Que haces?
- Esto.. nada.. eh, que ya no quiero dormir más..
- ¿Estás bien?
- Sí.. sí..
- ¿Tienes tu mi lima de uñas?
- Mmmmm.. no
- Vale, voy a seguir buscandola
- Vale.. ¡adios!
El día se pasó rápido, comimos, estuvimos viendo la tele.. y se hicieron las 18:15
Juliett contemplaba el reloj inquieta mientras se mordía las uñas
- Eh.. no hay pan, voy a comprar, ¿vale?
- Va-vale..
Se fue a su habitacion, se vistió, cogio su bolso y salió de la casa rapidamente
A mi esto no me daba buena espina, asi que decidí seguirla
Despues de recorrer toda la ciudad andando, llegó hasta un viejo puerto y comenzó a andar por un carcomido puente de madera, que a su final tenía un pequeño puesto de vigilancia marítima
Abrió la puerta y entró.
Fuí detras de ella, pero no pude entrar, ya que me vería. Me asomé sigilosamente por una ventana y los ví, no podía creerlo, allí estaban Juliett y..

Capitulo tres - Nostalgia.

Narrada por Juliett
 Me acordaba de esos veranos interminables, aun que perfectos. Si, tenia apenas 5 años, pero los recordaba con total nitidez.
Sus abuelos, unos ancianos que siempre me daban golosinas cuando me veían y me revolvían el pelo.
Miraba fotos, no  podía dormir, aun que lloraba, era de nostalgia, de esos veranos, aun que eramos niños, estábamos muy unidos, y ya, no podía ser igual. Adriana era una de las personas mas importantes de mi vida, y lo sabia, sabia que debía olvidarme de Cristian fuera como fuera. Pero,...no podía hacer un borrón y cuenta nueva en cuestión de días, meses, años,... Guarde todas aquellas fotos de años atrás. No podía ver ni un solo recuerdo mas.
Lo guarde en esa vieja caja, que durante años y años, fui llenando de objetos, fotos, cartas, recortes,...todo los recuerdos que no quería que se borrasen.
Aun que, en parte deseaba que esto se borrase, por que la amistad entre Adriana y yo, era lo único que teníamos.
Quería borrarlos, por que al fin y al cabo, el amor no es para siempre, o si,...pero eso era de algo de lo que no estaba segura.
Pero, de nuestra amistad, lo estaba siempre.
Ella seguía durmiendo, pero como hoy no había clases, no le iba a molestar, se lo merece.
Aproveche y ordene mi cuarto, anoche fue una noche larga, pero no era razón para tener aquello como una leonera.
Si, no soportaba el desorden, en cambio, Adriana, no le molestaba, aun que tenia un buen gusto decorando, no sabia cuidar su cuarto.
Fui a la cocina, me moría de hambre. Pero, al pasar por el recibidor, encontré una notita, sin nada escrito por fuera. Lo cogí intrigada y lo abrí.
"Donde siempre a las 18:30"
Sabia de quien era, pero no sabia a quien iba. Cerré los ojos un segundo, y partí en mil trocitos aquella nota.

Capitulo dos - Recuerdos

Narrado por Adriana
Entramos rápido y nos sentamos en una de las filas de en medio.
La película no era muy buena, pero hacía tiempo que no veniamos al cine juntas y lo disfrutamos al máximo.
Acabamos de ver la pelicula y nos fuimos hacia un pequeño restaurante, en el que habíamos quedado con todos los demás.
Tardamos unos cuarenta y cinco minutos en llegar. Allí estaban todos: Laura, María, David, Jorge.. y él, tambien estaba él.

- ¿Que hace aquí Cristian? -le dije a Juliett susurrando-
- Ah, pensé que querías que viniera
- No, si da igual, solo es que..
- ¿Qué? -dijo algo alterada-
- Nada, nada. vamos, nos están esperando
- Sí..

Lo sabíamos, sabiamos que a las dos Cristian nos llevaba de cabeza. Pero preferiamos callarnos, antes que ocasionar una pelea estupida, nosotras somos de anteponer nuestra amistad a cualquier cosa ya que llevamos juntas desde pequeñas y tenemos una historia bastante peculiar
Nos tenemos la una a la otra unicamente, solo ella me conoce de verdad y solo yo la conozco de verdad a ella.
El día que decidimos renunciar a todo y escaparnos de casa fue el mas importante de mi vida, en el que abandonaba los gritos, el terror de mi casa, y ella de la suya, ya que experimentabamos la misma situación.
Dejé de pensar en eso y entré al restaurante con los demás
Cenamos y despues fuimos a una discoteca muy conocida de la ciudad
Mientras los demas bailaban, yo me senté en un sillon, no estaba al cien por cien.
Esos pensamientos sobre Cristian y Juliett volvieron a rondar mi cabeza.. ¿que pasaría si estuvieran juntos? ¿y si nosotros estuvieramos juntos?
Quería olvidarlo, quería olvidar cuando lo conocí, quería olvidar aquella historia que me obsesionaba desde hace dos años..

Capitulo uno - Comienzos


Narrado por Juliett
Aun la oscuridad de esa noche de verano, me conocía esa calle de memoria. No era normal en mí llegar tarde, pero había tenido un día atareado.
Entre por la puerta que ya estaba abierta, subí por las escaleras que años atrás subí por primera vez, y entre en la habitación donde tantas risas se han ocasionado.
Se había puesto la camiseta que tanto le gustaba, la que yo le regale en su pasado cumpleaños, y la falda que le compre en este, y me sonrío.
-Felicidades chica mayor- le sonreí. Adriana, mi mejor amiga, cumplía hoy los dieciocho años. Aun que yo solo tenia 16, tengo que admitir, que yo soy la que le cuidaba.
-Tampoco soy tan mayor,…solo que tu eres muy pequeña- me dijo entre risas.
Le mire mal, no me gustaba que me dijese pequeña, por que yo no era muy alta, aun que por otra parte me gustaba, por que me lo decía con cariño.
Ambas nos parecíamos mucho. Éramos muy cabezonas, y nos gustaba la fiesta. Aun que,…no es lo único que nos gustaba en común.
Nunca hablábamos de esto, aun que lo gritemos con los ojos.
Ambas estamos enamoradas de el mismo chico.
Si, era algo bastante difícil, mantener una relación así. Ella era mi mejor amiga, desde muchos años,…pero el. Era el.
Aun que, yo se que estaría mejor conmigo que con ella.
Cristian. Era, para nosotras, el chico ideal. Por que sus defectos le hacían simplemente perfecto.
No podíamos hablar de el, por que acabábamos siempre peleadas. Y, como no, no podíamos vivir la una sin la otra, pero tampoco sin el.
Aun que a ella no le gustaban los regalos, yo siempre le compraba muchas cosas, por que, solo es una vez al año.
Pero este año, todo cambiaria con mi regalo, un regalo tan simple como especial.
Le entregue un sobre, de color rosa, su color favorito después del blanco.
Lo abrió, y saco de el una hoja un poco arrugada de papel de libreta.
Lo miró sorprendida, por que parecía una cosa vieja para tirar, pero eso le dio mas curiosidad de ver que era aquello.
Lo abrió, con cuidado como si se fuese a romper.
Y lo empezó a leer. Lo volvió a leer, como si no supiese que hacer con el, y me miro.
-Esto,…¿Qué es?-me pregunto con curiosidad. Era normal que no supiera por que le regalaba una cosa así. – 25 cosas que hacer antes de morir- dije con total normalidad. Me miro como si estuviese loca, pero a la vez con mas intriga –Pero me refiero, ¿Qué quieres que haga con el? Se supone que esto es para que lo hagas tu, no yo, es tu lista.
Le sonreí, y le explique:
- Ya, lo se. Es mi lista, pero quiero que me ayudes. Puedo hacerlo yo sola, pero,…es mejor acompañada que sola. Al fin y al cabo,…¿Qué mejor regalo que este?
Ella no lo comprendía, no le veía ni pies ni cabeza, pero aun sin comprenderlo, asintió con la cabeza, ya que siempre había estado ahí, conmigo, como yo con ella, esta vez también iba a estar.
Con la charla, llegamos un poco tarde al cumpleaños, pero lleguamos por los pelos al siguiente pase de la película del cine.